Buscar este blog

domingo, noviembre 05, 2006

El show de Al Gore


Así se podría titular esta película sobre el calentamiento global, que viene precedida por el gran éxito cosechado en Estados Unidos. Porque no se puede decir que sea un auténtico documental, puesto que está en la línea de las últimas producciones norteamericanas que algunos denominan "ensayos fílmicos". Más que explicar o describir un tema, estas películas pretenden convencer al espectador de una tesis determinada. Michael Moore se ha hecho mundialmente famoso por este tipo de producciones, realizadas con humor y desparpajo: Bowling for Columbine (2002), sobre el exceso de armas en Estados Unidos, y 11/9 Fahrenheit (2004), contra la guerra de Irak, son algunos de sus títulos más famosos.
Al Gore no tiene la audacia y el humor corrosivo de Moore, pero también posee grandes dotes de comunicador. Tras su derrota por unos pocos votos en las elecciones americanas del año 2000, el que fue vicepresidente con Clinton se ha reinventado a sí mismo en forma de líder ecologista. En los últimos años ha viajado por todo el mundo impartiendo conferencias para alertar sobre la amenaza del calentamiento global. Un grupo de productores comprometidos con el ecologismo tuvieron la idea de transformar una de sus conferencias en una película documental y se lo propusieron a Jeff Skoll, expresidente de la empresa de subastas on line eBay, y fundador de la nueva productora Participant Productions, dedicada a hacer películas sobre temas sociales, y que el año pasado produjo Buenas noches y buena suerte (2005), y Syriana (2005). El proyecto, dirigido por el realizador de documentales y series de TV, Davis Guggenheim, forma parte de una campaña de sensibilización, acompañada de una página web y promocionada con presentaciones del propio Al Gore por todo el mundo.
La película es, principalmente, la filmación de la propia conferencia de Al Gore. Hay que destacar la espectacularidad de los medios audiovisuales utilizados, lo que ameniza la exposición y la convierte en un verdadero show. Entre medias, hay breves secuencias –protagonizadas también por Al Gore o con fotografías de su álbum familiar- que nos acercan a la vida del político americano, centrándose en los momentos de su biografía relacionados con su preocupación por el medio ambiente: su amor infantil por los animales, su trabajo en la plantación de tabaco de su padre y la muerte de su hermana por cáncer de pulmón, etc.
Con independencia de la opinión que se tenga sobre el calentamiento global, la película tiene grandes aciertos visuales y narrativos. Pero resulta complicado comentarla como una mera producción cinematográfica, pues pretende ser algo más. En este sentido, resulta indudable que está más cerca de la propaganda que del cine documental. Desde ese presupuesto se puede valorar la inteligente asimilación que Guggenheim realiza de los principios clásicos que asentara Frank Capra, en su serie de películas propagandísticas, titulada Why we fight?, realizadas para el ejército norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial. En Una verdad incómoda, los avances tecnológicos actuales mejoran los recursos de siempre: en lugar de los viejos gráficos dinámicos ahora la infografía es digital; y en vez de dibujos de Walt Disney se introduce un corto de los Simpson. El resultado es una entretenida sesión de sensibilización medioambiental en la que, sin embargo, sobra algo de dogmatismo y se echa de menos el auténtico debate.


Una verdad incómoda [2006] EE.UU. (An inconvenient truth) Dirección: Davis Guggenheim Guión: D. Guggenheim Montaje: Jay Cassidy, Dan Swietlik Música: Michael Brook Intérpretes: Al Gore Distribuidora: UIP Duración: 100 minutos Público Adecuado: Jóvenes

1 comentario:

Rafael Palomino Lozano dijo...

He estado en Estados Unidos mientras se exhibía en los cines esta "Verdad incómoda" de Al Gore. No se si será cierto, pero algunos de los que fueron a ver la película me comentaron después: es la primera vez que voy al cine y pago por ver a un político echándose flores. Creo que como estrategia política ha resultado.